A chuva, a tristeza e a alegria!
A chuva que, com seus ventos fortes, arruinou a festa de casamento ao ar livre e levou o noivo a praguejar contra tudo e contra todos (Maldita tempestade), foi a mesma que regou o pasto e contribuiu na plantação do agricultor. No momento em que o noivo maldizia a tempestade, não distante dali o agricultor sentado na varanda da sua casa em seu sítio, agradecia a chuva fora de época:
– Bendita chuva!!!
O primeiro viu no evento uma “maldita” tempestade, enquanto o segundo viu uma “abençoada” chuva. Maldizer ou abençoar a chuva, a seca, o frio ou o calor revela emoções e sentimentos interpretativos internos com relação a uma realidade externa. Enquanto para alguém um evento pode representar a perda, a dor ou o sofrimento, para o outro o evento pode ser o triunfo, a satisfação ou a alegria. A realidade simplesmente é. O vento é vento. A chuva é chuva. Estar agradecido ou indignado é um sentimento que está dentro de cada um. O agricultor que está agradecido pela chuva pode estar alegre, enquanto o noivo que está indignado com a tempestade pode ter ficado triste, mas nenhum dos dois é a emoção ou o sentimento que brotou neles a partir de um evento. É normal a tristeza do noivo surgida da indignação gerada ao ser impactado por um evento fora do seu controle. A festa programada não seria mais a planejada. Porém, aqui entra a capacidade individual que marca o nível de inteligência emocional para superar as emoções negativas no menor espaço de tempo, não deixando que elas se transformem em sentimentos.
Quanto tempo você vai ficar triste com algo que lhe ocorreu? Essa é a escolha que está no seu controle, a tempestade inesperada não está.
Da mesma forma, a alegria do agricultor com origem na gratidão pela chuva fora de época é natural. Os benefícios inesperados são motivos de celebração, cabendo a cada um estender a sua presença, transformando-as em sentimentos. É possível estar sempre alegre? Particularmente entendo que isso seria ser um “bobo alegre”. Eventos fora de nosso controle nos atingem, podendo provocar resultados positivos ou negativos, alegria ou tristeza. Por isso, não posso evitar ser atingido por eventos fora do meu controle, porém posso escolher com qual sentimento vou conviver por mais tempo. É inteligente emocionalmente aquele que encolher o período refratário das emoções negativas, não deixando que se transformem em sentimentos, assim como estender as emoções positivas e transformá-las em sentimentos. Com isso, posso ficar triste sem estar deprimido e posso desfrutar da alegria sem ser um bobo alegre.
Enfim, você pode ficar indignado, maldizer a tempestade e ficar triste, assim como você pode ficar agradecido, abençoar a chuva e estar alegre. Porém, não importa se você é o agricultor ou o noivo, é essencial saber que você não é alegria nem tristeza, mas que pode escolher reverberar em seu interior por mais tempo a emoção que quiser. Você pode ficar triste e ainda assim ser alguém alegre!
Moacir Rauber
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LA LLUVIA, LA TRISTEZA Y LA ALEGRÍA
¡La lluvia, la tristeza y la alegría!
La lluvia que, con sus fuertes vientos, arruinó la fiesta de bodas al aire libre y llevó al novio a las maldiciones contra todo y contra todos (maldita tormenta), fue la misma que ha regado el pasto y contribuyó con la plantación del agricultor. En el instante que el novio maldecía la tormenta, no distante, el granjero sentado en el porche de su casa en su finca agradeció la lluvia fuera de temporada:
– Bienaventurada la lluvia!
El novio vio en el evento una “maldita” tormenta, mientras que el agricultor vio una lluvia “bendita”. Maldecir o bendecir la lluvia, la sequía, el frío o el calor revelan emociones y sentimientos interpretativos internos con respecto a una realidad externa. Si bien para alguien, un evento puede representar la pérdida, el dolor o el sufrimiento, para el otro, el evento puede ser el triunfo, la satisfacción o la alegría. La realidad es simple. El viento es viento. La lluvia es lluvia. Estar agradecido o indignado es un sentimiento que está dentro de cada uno. El agricultor que está agradecido por la lluvia puede estar alegre, mientras el novio, indignado por la tormenta, puede estar triste. Pero ninguno de los dos es la emoción o la sensación que brotó en ellos a partir de un evento. Es normal la tristeza que emergió en el novio, resultado de la indignación por haber sido impactado por un evento fuera de su control. La fiesta programada no salió como esperado. Sin embargo, aquí viene la capacidad individual que marca el nivel de inteligencia emocional para superar las emociones negativas en el menor tiempo, sin dejarlas convertirse en sentimientos. ¿Cuánto tiempo estarás triste por algo que se te ocurrió? Esta es la opción que está en tu control, la lluvia o tormenta, como entiendas, inesperada no está. Asimismo, la alegría del agricultor que tuvo origen en la gratitud por la lluvia fuera de temporada es natural. Los beneficios inesperados son razones de celebración y le toca a cada uno extender su presencia, convirtiéndola en sentimiento. ¿Es posible ser siempre feliz? Entiendo que esto haría con que uno fuera un “tonto alegre”. Los eventos fuera de nuestro control nos llegan, y pueden causar resultados negativos, generando pérdidas que nos llevan a estar tristes. Es importante reconocer las emociones, hacer el duelo y seguir adelante. Así que no puedo evitar ser golpeado por eventos fuera de mi control, pero puedo elegir con qué sentimiento viviré por más tiempo. Es inteligente emocionalmente uno que reduce el período refractario de las emociones negativas, así como buscar extender las emociones positivas. Con esto, se puede estar triste sin estar deprimido y se puede disfrutar de la alegría sin ser un “tonto alegre”.
De todos modos, uno puede indignarse, maldecir la tormenta y estar triste, al igual que uno puede estar agradecido, bendecir la lluvia y estar feliz. Sin embargo, no importa si usted es el agricultor, el novio, el profesor, el director o el jardinero, es esencial saber que tú no eres la alegría o la tristeza, sino que puede elegir reverberar en tu interior por más tiempo la emoción que desea. ¡Puedes ponerte triste y seguir siendo alguien alegre!
¿Cuáles son tus elecciones?
Moacir Rauber
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